El boom de un producto que puede regenerar suelos, pero también puede perjudicar a quien lo compra.
En los últimos años, el interés por el biochar ha aumentado en todo el mundo. Y no es para menos: cuando se produce bien este material es capaz de mejorar la salud del suelo, retener agua, capturar carbono, mejorar cultivos y devolverle vida a nuestros ecosistemas. Pero no todo lo que se comercializa como biochar cumple con estos estándares.
Muchos productos en el mercado son simplemente carbón vegetal triturado, residuos mal procesados, materiales quemados sin control, o residuos procesados sin ninguna trazabilidad. Algunos de estos productos se fabrican mediante técnicas contaminantes como la quema abierta o el uso de hornos improvisados que no controlan las emisiones ni los gases liberados.
¿Por qué esto es un problema?
No reduce emisiones, las aumenta: el “biochar” mal producido libera grandes cantidades de gases contaminantes (CO₂, CH₄, NOx) al ambiente durante su fabricación.
No regenera el suelo, lo contamina: puede contener sustancias tóxicas como metales pesados, hidrocarburos o residuos de combustión incompleta.
No es circular, ni sostenible: en lugar de cerrar ciclos de aprovechamiento, genera impactos negativos que contradicen su propósito original.
Como consecuencia la producción de estos materiales y el greenwashing desinforma y pone en riesgo la confianza en soluciones climáticas reales.
Por ello en esta edición afirmamos que en Biotermica somos productores de biochar real, aquí te presentamos las razones…
Nuestro biochar:
- Se produce bajo pirólisis controlada y libre de oxígeno, lo que evita emisiones peligrosas y garantiza un producto estable.
- Proviene de residuos orgánicos trazables, recuperados con criterios de economía circular.
- No contiene químicos ni aditivos.
- Está respaldado por tecnología con validaciones técnicas y ambientales.
Hacemos tecnología con propósito, enfocada en nuestras futuras generaciones.
